domingo, 8 de mayo de 2011

Esta entrada lleva como título "The Ascent of Man" y fue escrita mientras escuchaba dicha canción. Aconsejo que la lea mientras la escucha.


De la nada oigo tu voz en Europa y se me pone la piel de gallina, de reptil, árida al tacto, árida como el jardín de la casa de la finca que dejamos olvidada. No ha llovido en días y en el aire flota el calor como flota una nube atada a un hilo. Aparecés besándome los pies y me trago todos tus dedos, tus uñas pintadas, tus callos malolientes. Abrazo tu pierna y te digo te quiero y escuchás una canción que te gusta y la comenzás a cantar. Tu voz es tan fea y me enternece. Tanto, que te canto. Tanto, que hacemos armonías desarticuladas. En una taza está el culito de café que dejaste y está frío y yo le pongo hielo y me lo tomo. Me gustan tus sobras tanto como me gustan las cosas completas y vírgenes de los demás. Si algo tocó tus labios es oro y si algo tocaron tus manos es obsidiana. Me voy dentro de tu vagina y en ella hago el trabajo de minería y encuentro metales hermosos con los que decoro mis oídos, lubrico mi escroto (los metales, verás, son líquidos). Adoro verte tan sonriente y en tus dientes postizos dibujo con un pincel la sonrisa de mil niños desnutridos. En los manteles de tus mesas bordo tu nombre con corazones alrededor y el busto de Vicente Fernández. Con tus pelos púbicos armo una esponja de baño y restriego mis sobacos. Amo tanto tu vida que a veces me sobra la mía.

Yeah, yeah, yeah, yeah, yeah-ah!

2 comentarios:

  1. !!!!! lo leí escuchando la canción..y exáctamente cuando terminé, comenzó "yeah, yeah, yeah...." :O!!

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  2. Cuando yo terminé de escribir salió el yeah yeah yeah! por eso lo agregué ;)

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