No hay tiempo para fotografías. No hay espacio para nuestras caras.
Mirá hacia abajo y memorizá el lago. Es todo lo que te queda.
Pronto vas a estar de vuelta.
Pronto en tu cama si nada que ver. El lago más cercano está lleno de llantas y muertos.
No hay tiempo para escribir postales.
No hay tiempo para contratar guías.
Seguí el olfato de tu nariz hacia el olor de la caca y el meado de los burros y las llamas y las ovejas.
Pronto eso te lleva a la cima y la cima al camino y el camino al pueblo y el pueblo a las escaleras
y las escaleras al puerto
y el puerto al bote
y el bote a rebotar en el lago
y el lago a la ciudad
y la ciudad al autobús y pronto,
el autobús lejos de aquí.
No hay tiempo para escribir.
Espero recordés lo que querés decir.
El lago va a estar aquí para siempre pero vos no.
Llevate en tu mente todo lo que podás. Es lo único que te queda, la única posibilidad.
Estos lugares están demasiado lejos para ser tuyos.
Vos ya tenés algo que te pertenece. Y cada segundo te acercás más a él.
No hay tiempo para detenerse.
El único camino es seguir caminando.
Decile adiós a lo que nunca vas a volver a ver.
TODO esto hace ratos se despidió de vos.
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