Cuánta casa sin terminar. Cuánta cosa sin terminar. "Aquí en Bolivia tienen la costumbre de dejar las cosas a medias". O se les acaba el dinero o se les acaban las ganas.
Bolivia, Divina Bolivia, a tu boca le faltan dientes, a tus bombillos luz, a tus piernas les faltan dedos, a tus pulmones les falta oxígeno.
Claramente no estás pensando con claridad.
Sos el país del incompleto.
Estás a medias, como proyecto, pero la gente está huyendo. O sos demasiada alta o sos demasiado baja, demasiado frío o demasiado calor. Tus extremos lo dejan a uno tibio.
Te veo y veo el conflicto. Te dan ganas de separarte pero te distraés con amenazas o cerveza. Te da por protestar pero las palabras se te traban porque ya se te acabó el aire.
A un país como vos hay que conocerlo para juzgarlo. Y te juzgo. Porque te parecés un montón a mí.
Lleno de ideas, pero sin energías para terminarlas. Adicto empedernido, inconforme conforme. Hay muchos como nosotros, Bolivia, y el mundo se deshace de ellos como de un estornudo.
A tus caminos les faltan piedras. A tus banderas le sobran colores. A tu música instrumentos.
Tomemos juntos, Bolivia, Divina Bolivia, y olvidémonos de los que nos falta, de lo que nos sobra. Caigámonos juntos al mediodía en las aceras de tus ciudades empinadas y ronquemos con dificultad con nuestras narices atascadas con mocos y hojas de coca.
Nos hace falta mucho, Bolivia, Divina Bolivia, pero lo bueno es que seguimos. Por ahora este reino del incompleto bastará. Por el momento no necesitamos lujo ni camas ni baños ni papel higiénico. Nos limpiamos con nuestras manos y olemos nuestras manos y nuestras manos huelen a alma antigua y destrozada. De nuestra tierra o seca o húmeda vamos a sacar lo que necesitamos. Eso ajustará por el momento. Ese poco es bastante para nosotros.
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