miércoles, 13 de abril de 2011

El Asfalto es Arena

El Paseo Escalón está oscuro, pero no oscuro de noche, más bien oscuro de eclipse. Camino hacia abajo, porque hacia abajo voy, cerca de las Fuentes Beethoven y la Plaza de Argentina. Mis pies caminan dóciles sobre el asfalto, pero de repente ya no es asfalto: es arena. Arena negra, volcánica, como de Playas Negras o Lanzarote. Veo a un montón de gente celebrando, esto es una feria en la playa: gente bailando, niños caminando con algodones de azúcar y en las plazas hay norias y ruedas de caballitos que dan vueltas y vueltas. De fondo suenan los segundos finales de la canción Spoon, de Dave Matthews Band, como en continua repetición. Es un sonido bonito, es una sensación bonita, yo me acostumbro a la arena y la comienzo a agarrar con mis manos y a soltarla en el aire, dejar los granos caer a mi alrededor y no me molestan, no se me quedan pegados al cuerpo, más bien se quedan flotando unos segundos, como contemplando también ellos el momento, la gente, las sonrisas.

De espaldas, reconozco a alguien.

Es Flor. Baila al ritmo de la música con una camisa que la he visto usar un par de veces, y reconozco el color de su camisa a pesar de que con la luz todo me parece neutro. Yo estoy tan feliz de encontrármela. Le toco el hombro y la saludo.

"¡Hola Flor! ¿Usted sabe qué está pasando?"

Ella me ve directo a la cara, seria, me da miedo.

"Miguel, es que todos nos morimos algún día".

Me doy cuenta: estoy muerto. Todos estamos muertos. Estamos bailando porque estamos felices, supongo, pero yo todavía no quiero estar ahí. Me obligo a despertarme. Veo alrededor en mi cuarto y me da terror volver a dormir. Eventualmente el sueño me vence y caigo.

Tuve este sueño la noche anterior al día en que Flor y yo decidimos cerrar el blog Un Raro Dúo. "Tuviste un sueño premonitorio", me dijo, en un mensaje que me mandó luego de que se lo conté. "Pero yo no quiero morirme", le digo. "No, no es que te vayás a morir, es que creo que nos deberíamos de separar".

Ahora yo tengo miedo de volver a soñar.

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