lunes, 12 de septiembre de 2011

O de cómo The Beatles me tienen despierto a las 2:31 a.m.

The Beatles siempre me parecieron ridículos. Sí, innovadores porque iniciaron muchos de los movimientos musicales, sí importantes porque son responsables del concepto del álbum y de elevar el pop a arte. Pero. Pero. Siempre creí que su valor llegaba hasta ahí: que eran pura influencia y nada de estilo. Y por un lado, es cierto. Tanta música después de ellos los ha dejado solo como una referencia, como "ellos me dijeron", pero quizás por eso (y por mi edad) jamás le había puesto la atención que merecían. Además, sus letras me parecían tan tontas: realmente demasiado inocentes y simples para la sensibilidad actual. Sigo pensando que la mayoría de sus primeras canciones son puros chicles y que esa incapacidad que tuvieron de ser buenos desde el principio los va a manchar para siempre...

Pero escucho Rubber Soul y por fin entiendo a lo que la gente se refiere. Luego escucho Revolver (y sobre todo "For no one" y "Tomorrow never knows") y todavía lo entiendo más. Estos discos son tan ricos (y lo digo por su riqueza musical y por su riqueza simple, lo rico que se siente oírlos) que me parece tan tonto no haberlos escuchado antes.

Luego escucho las canciones de sus siguientes discos y las encuentro demasiado afectadas, exageradas en sus propuestas espirituales e idealistas.

Así que establezco, por el momento, que mi momento favorito de este grupo es el punto medio entre la tontería de sus primeras canciones y la psicodelia de sus últimas. Más pop orquestal y country-rock y menos coritos bobos o experimentos histéricos.

Y qué bonita es "I'm looking through you", qué bonita es.


Dicho esto, aún pienso que Pet Sounds de The Beach Boys es infinitamente mejor que cualquier canción, disco o eructo de The Beatles. Sí.

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