lunes, 12 de septiembre de 2011

Cuánto puede pasar.

Mirá: allá están todos tus años. Te están esperando. Si dejás de tomar tanto vas a tener más. Si cuidás la diabetes aún más. Si dejás de fumar con el aire acondicionado encendido. Si dejás las prácticas. Allá están todos tus años y están sentados en sillas y están esperando a que vos los llamés y uno a uno
uno a uno irlos llenando
y llenando con letras y las historias y algún que otro viaje y descubrir nueva música y buscar otra casa y darle besos a tu mamá, un abrazo a tu hermana, un almuerzo con tus amigos, una cerveza con el que te gusta, un abrazo a un extraño, la comida que te llena, las letras que se apuñan en tu cabeza, llenarlos todos, sí, también con las horas que dormís (que dormir también es ocupación), con las pesadillas y alguna vuelta por la ciudad, sacarle una sonrisa a tus sobrinos y una sorpresa a gente que jamás te imagina
e irlos llenando y llenando
están vacíos, todos esos años y allá están: mirá, miralos. No los dejés esperando. En su cara noto que quieren conocerte.
Muy pocas veces es posible ver ojos de esperanza en la mirada del tiempo.

2 comentarios:

  1. por la gran puta, qué lindo el final.

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  2. Y fijate que fue una de las pocas veces en las que re-edité una entrada porque esa última línea me costó un montón encontrarla. Y tenía varias versiones. Pero al final fue esta. POR LA GRAN PUTA.

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