piernas gordas, hechas de café con el azúcar al fondo, nam nam. Me muerdo los labios pensando en vos y tenebrosa la noche se pone encima de nosotros, los humanos, los vivos. Me muerdo el dedo gordo del pie y esquelético me levanto de la cama y examino las heridas, los cánceres. Estornudo y mi perra vieja, gorda y virgen me mira con sus ojos tristes, que recoja su vómito, que recoja el mío.
vuelvo a la cama y duermo por horas, soñando con carnes jóvenes, prepucios en las nubes, un puente hacia san francisco.
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