domingo, 19 de mayo de 2013

Esa sonrisa con dos ojos en realidad es una teta con dos pezones, dijo mi sobrina, y yo me reí porque la otra le dijo "lépera". Si ellas pueden escuchar todo lo que digo, por qué vos no, por qué a vos te avergüenza, por qué me callás en la mesa del Pollo Campero, porque no dejás que les enseñe la foto del bicho que me gusta, por qué me decís que mi mamá se va a enojar si mi mamá ya sabe y me entiende y le da pena pero eso no importa, que se trague la pena, porque su hijo es su hijo y si la decepciona pues la decepciona y si la jode pues la jode pero ella no me va a dejar de hacer almuerzo o hacerme la cama o cuidarme a la perra o verme de reojo y decir "si en realidad es como lindo" o de verme y sentir que ve parte de mi papá o de recibirme en su casa o de partirme frutas porque yo no puedo o de abrazarme o de despedirse de mí cuando la obligo o de esperarme los viernes en la noche y entristecerse porque no llego o de calmarme la fiebre o de gritar mi nombre cuando aparezco por sorpresa después de 6 meses. Ella no. Ella no es el problema.

Vos sos la lépera.

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