domingo, 21 de agosto de 2011

El Juego Erótico Favorito de Monsieur Célibataire: El Avioncito Sexual


La mayoría de gente le dice "Peregrina", pero Monsieur Célibataire creció descalzo en las calles de Opico, en las que con una piedra blanca pintaba en las aceras con el cemento del patio la figura del "avioncito", o la peregrina para ustedes los citadinos.

El punto del juego era dibujar la figura y luego unos números (del 1 al 10) para cada zona del avioncito. Luego tirabas un puchito de papel periódico mojado hacia la primera zona, la segunda, la tercera, así hasta llegar a la décima, que era la punta del avión.

Saltar de una a otra era emocionante.

¿Cómo se vuelve un juego sexual?

Saltando de una zona erógena a otra. Coloque a su compañero de manera horizontal en su cama. Si es mujer, boca arriba, si es hombre, boca abajo (o ya dependería, de lo que la mujer y/o el hombre quieran). Luego, colóquese al otro lado de la habitación y lance el puchito de papel (preferiblemente higiénico) y dependiendo de la zona del cuerpo de su pareja (o levante) en la que caiga, concentre su atención ahí por cinco minutos. Chúpele los dedos del pie. Chúpele la parte anterior de la rodilla. O el pezón derecho. O los labios. O, si tiene buena puntería, el clítoris y/o glande. Sea cuidadoso. No trate de lanzarlo directo al punto más predecible, sino que diviértase lanzándolo hacia otras zonas. El avioncito-persona se lo agradecerá. Finalmente, limpie con su lengua cualquier resto de agua que quedó de los puchitos y proceda a consumar el acto. Eso si este juego tan divertido y familiar no generó un orgasmo escandaloso incluso antes de la penetración.

Suerte y bisous del Monsieur. Le invito a ver el gráfico con indicaciones para el juego. Imprímalo y compártalo en reuniones familiares o fiestas de swingers.

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