Empezó contándome que borracho tomaba fotos de sus huevos y me las enseñó, tenía el nuevo iPhone. Yo le dije enseñame tus aplicaciones y me dijo, no tengo muchas y sentí el olor a cerveza. La rodilla pasó por la mía y empecé a cantar la canción, Madonna, creo y me dijo que tenía que ir al baño. Lo vi subir las gradas y se fue. Arrancó el carro y calle arriba se encontró con un extraño tráfico de madrugada y paró en la gasolinera, a comerse un hot dog entero, que llenó de curtido, salsa tomate y mayonesa. La vendedora le dijo que ya cerraban y se salió a la acera a comérselo, encima del carro y fue entonces cuando lo vi, todavía con salsa de tomate en la boca y:
-Hey te fuiste (me bajé del carro y le dije)
-Sí, tenía hambre
Y me dijo que la gasolinera había cerrado, me dio una mordida del hot dog y me limpió mayonesa con el dedo y después se lo puso en la boca y la chupó, intenso.
-Esto es tan cliché, le dije. Vamos a terminar cogiendo.
Él me dijo que tenía que irse y se subió al carro y yo seguí hacia arriba de la Juan Pablo hasta la Escalón, me pareció haberlo visto cuando pasé por la gasolinera.
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